Cuando George W. Bush llegó a la Casa Blanca asumió que el proceso de paz seguido por su predecesor, y que tuvo su gran momento en el encuentro de Camp David, estaba muerto. Tras un silencio diplomático que levantó críticas desde todos los frentes, la nueva Administración ideó, a partir de la experiencia de los años Clinton, una nueva iniciativa: el Road Map. Se trataba de rehuir una negociación global estabilizando el proceso mediante tres fases en las que cada parte asumía unos determinados retos. El Road Map apenas si llegó a nacer por dos razones bien conocidas, la decrepitud vital y política de Arafat y la crisis interna del campo palestino, ante la emergencia de los islamistas de Hamas como actor de referencia y la división interna de los nacionalistas de Fatah. Hoy Israel no tiene un interlocutor con quien negociar.
Sharon, entonces primer ministro del Likud, abandonó la paz negociada y se dispuso a una retirada ordenada y unilateral de parte de los territorios ocupados tras la Guerra del Yom Kippur. Netanyahu lideró la resistencia a la retirada de Gaza con el argumento de que daría paso a un Hamastán y a una nueva guerra. Sharon abandonó el Likud, su partido de siempre, y fundó Kadima. El tiempo les dio la razón. Netanyahu acertó cuando afirmó que sin las tropas israelíes la franja de Gaza se convertiría en un estado islámico desde donde se combatiría tanto a Fatah como al propio Israel. Sharón acertó al iniciar un proceso de "desenganche" unilateral, porque Israel no puede esperar a tener un interlocutor para separarse de la población palestina.
El presidente Obama no ha dejado de criticar a su predecesor al tiempo que continúa aplicando 
su misma política en Irak, Irán, Afganistán, Corea del Norte y Palestina. Reivindicar el Road Map a estas alturas es absurdo. Esa estrategia de negociación se ideó en un contexto político que ya no existe. Negar la realidad no suele ser la mejor receta para resolver los problemas y enfrentarse al embrollo de Oriente Medio con las recetas que previamente se han criticado es patético.
El hecho determinante de la presente situación es la quiebra del campo palestino en dos frentes: el nacionalista y el islamista. Hemos visto como unos asesinan a los otros. Durante la campaña militar de Gaza la inteligencia militar israelí se benefició de la colaboración de muchos palestinos –unos próximos a Fatah, otros no–, que deseaban que se infligiera un serio castigo a las milicias islamistas. Los objetivos de unos son incompatibles con los de los otros. Pueden aparentar en determinados momentos disposición al diálogo y al entendimiento, pero todos somos conscientes de que cada bloque considera inevitable la eliminación del contrario para sacar a delante su proyecto nacional.
Obama ha renunciado a trasformar Oriente Medio y se conforma con tratar de mantener el status quo. Para ello busca en primer lugar cambiar la imagen de Estados Unidos en la región. En su discurso en El Cairo se presentó como un dirigente que no quería intervenir en los asuntos regionales, que respetaba los regímenes políticos existentes, por corruptos y radicales que fueran, y que deseaba sacar a sus tropas de allí lo antes posible. En prueba de su buena voluntad sacrificó en su presencia al cordero israelí, exigiendo al Gobierno de Jerusalén el fin de la expansión de los asentamientos existentes y el reconocimiento del derecho palestino a disponer de un estado. No estamos ante un gesto de la política norteamericana hacia Israel sino de la utilización de Israel dentro de la política hacia el Mundo Árabe.
La construcción de asentamientos en Gaza y Cisjordania fue uno de los mayores errores que Israel ha cometido en toda su historia. Tras la llegada al Jordán en 1967 debía haber establecido una nueva frontera. Para entonces la de 1948 estaba superada. La "línea verde", reconocida hoy por los árabes como frontera legal de Israel, es sólo el resultado del armisticio que puso fin a la primera guerra, en 1949. La famosa resolución 242 del Consejo de Seguridad, que establece el principio de "paz por territorios", deja abierta a un acuerdo posterior la frontera final, que sí implicaría la devolución de territorios ocupados. Si la negociación es imposible, y hoy por hoy lo es, Israel debe avanzar en su política de "desenganche", estableciendo qué asentamientos se incorporarán definitivamente a Israel y cuáles están destinados a seguir el mismo destino que los de Gaza. Anteriores administraciones norteamericanas habían tratado este tema en el marco de un proceso de concesiones: al tiempo que se rebajaba la tensión terrorista los israelíes frenaban el crecimiento y la expansión de los asentamientos. Ese juego ya es inviable. Gaza está en paz no por la buena voluntad de Hamás o de la ficticia Autoridad Palestina sino por la reciente invasión israelí, cuyos efectos durarán sólo un tiempo. El que Obama pida a Israel algo más que a los palestinos ayuda a entender porqué los sondeos muestran que la mayoría de los israelíes considera que Obama está más preocupado por entenderse con los árabes que en ayudar a Israel.
La demanda de reconocimiento de un estado palestino es un ejercicio de diplomacia retórica muy propio de un especialista en marketing político como Obama. Hoy es imposible un estado palestino porque daría paso a una guerra civil entre árabes nacionalistas e islamistas, con una más que probable victoria de estos últimos si una acción conjunta jordano-egipcia no lo impidiera. Pero además todo el mundo sabe que Israel está a favor de ese hipotético estado si se dieran las condiciones para crearlo. Si Netanyahu no lo aceptaba era por dos razones fáciles de comprender: porque no es viable y porque los árabes se niegan a reconocer a Israel como estado judío. A nadie se le escapa que muchos aspiran a reconquistar los territorios sobre los que se asienta Israel a través de la bomba demográfica.
Netanyahu ha cedido en parte a la presión de Washington con su discurso del pasado domingo. En realidad nada ha cambiado, porque Bibi no ha hecho sino sumarse a este juego retórico iniciado por Obama de construir castillos en las nubes ignorando la ley de la gravedad. Todo sigue igual, salvo el convencimiento de que Obama supone un peligro para Israel. El nuevo presidente norteamericano no ha sido capaz de aportar una nueva política, se ha limitado a tratar de mantener en pié la difunta estrategia del denostado Bush y a mostrar disposición a ceder ante los estados musulmanes para encontrar una salida diplomática a un conjunto de problemas, el más importante de los cuales es Irán. La tentación "pacificadora" está sobre la mesa, pero a la vista está su inutilidad. No debería olvidar el nuevo presidente que fue la debilidad de Carter la que llevó a la crisis de los rehenes, prólogo de un enfrentamiento que no parece tener fin.
FLORENTINO PORTERO
Fonte: Libertad Digital
Transcorridos os cem dias no posto presidencial de Barack Obama, este tem demonstrado a sua cobardia na política exterior e a sua demagógica tirania nos assuntos domésticos. Concretamente no dia nº 105 da sua Presidência demonstrou avertamente o seu ánti-semitismo.
Esse dia, Rahm Emanuel, o brazo executor de Obama, enviou uma mensagem ao AIPAC (American Israel Public Affairs Committee). Segundo o The Jerusalem Post, Emanuel advertia: “A detenção do programa nuclear iraniano está condicionada ao progresso nas negociações de paz entre Israel e os palestinianos”. A mensagem é clara: os EEUU impedirão qualquer acção contra Iran a menos que Israel faga concessões aos matarifes árabes palestinianos que pretendem extirpar toda presença judea no leste do Mediterrâneo.
Emanuel não é o primeiro lacaio de Obama que vincula a oposição estadounidense a Iran com as concessões israelis. A Secretária de Estado, Hillary Clinton dixo no Congresso: “Para que Israel tenha o tipo de forte apoio que procura respeito a Iran, não pode permanecer à marge respeito aos palestinianos e os esforzos de paz”. Ambas questões –o desenvolvimento nuclear iraniano e o conflito árabe-israeli- “vam da mão”.
Isto é simplesmente uma estupidez. O programa nuclear iraniano supõe uma ameaza não só para Israel, senão para as tropas dos EEUU em Irak e Afeganistão, o Governo de Turquia, o Governo de Arábia Saudi, e o território do leste europeu. Os centrifugadores iranianos conventem a este país numa potença regional capaz de impôr a sua calculada irracionalidade sobre o temeroso apaciguamento occidental. O interesse dos EEUU no programa nuclear iraniano não tem nada a ver com o conflito árabe-israeli.
A Administração Obama sabe-o. Simplesmente não lhes importa. A sua posição é clara: o aliado dos EEUU, Israel, já não é valioso. Sacrificá-lo para que a popularidade global de Obama ganhe alguns pontos é algo que paga a pena. A Administração Obama oferece a Israel a disjuntiva entre ser uma vítima de suicídio, através das concessões territoriais aos árabes palestinianos, ou uma vítima de homicídio através de Iran. E a Administração Obama está disposta a forzar essa disjuntiva para que Obama poda sorrir e ser louvado pelas massas de maníacos judeófobos que habitam no mundo muçulmão.
Isto é ánti-semitismo em estado puro. Nem sequer no auge da Administração Carter dou-se uma manifestação tão evidente de ánti-semitismo na política exterior dos EEUU.
Os defensores de Obama bulram-se destas acusações.
Obama, o Homem da Tolerância, um ánti-semita?
Sim. Um ánti-semita.
A actitude de Obama face Israel demonstra a sua crença de que os judeus deveriam ser tratados segundo um modelo que não se aplica a nenhuma outra nação –o modelo de exigir a rendição incondicional. Olhade, como contraste, a actitude de Obama face o Governo pakistani. O Governo pakistani cedeu recentemente o Val de Swat aos talibães. A Administração Obama opujo-se a essas concessões.
“Tenho exprimido a minha preocupação e confusão com o sucedido”, dixo o Embaixador para Afeganistão e Pakistão, Richard Holbrooke. “O portavoz dos talibães na zona de Swat renunciou publicamente à parte do acordo que implicava que deixassem as armas. E semelha, para mim, que isso deveria ser uma chamada de atenção para todo o mundo em Pakistão de que não é possível tratar com esta gente entregando-lhes territórios, mentres eles se aproximam mais e mais aos núceos mai povoados do Punjab e Islamabad. Estám a menos de 100 milhas de Islamabad tras este acordo…E eu estou preocupado pelo crescente risco de que sofrades mais ataques terroristas em Lahore e Islamabad, e quizás em Karachi”.
Obama amosa-se preocupado quand um Estado muçulmão povoado por simpatizantes do islamismo radical faz concessões a esses simpatizantes do radicalismo muçulmão. Preocupa-lhe que esses terroristas muçulmãos estejam a menos de 100 milhas de uma capital muçulmã. E está preocupado de que os ataques terroristas muçulmãos sobre outros muçulmãos vaiam em aumento.
Ms Obama exige concessões territoriais dos judeus aos muçulmãos radicais. Pressiona aos judeus para que entreguem o seu território, não situado a 100 milhas da capital, senão que constitui a metade da capital mesma. Obama sabe perfeitamente que cada evz que Israel tem feito concessões territoriais, os terroristas muçulmãos têm incrementado a aposta –como se passou recentemente tanto no Líbano como na faixa de Gaza. E sabe, também, que os árabe palestinianos nunca têm deixado nem deixarão as armas. Contudo, Obama ameaça a Israel com permitir a sua aniquilação nuclear se o Estado judeu se nega a autorizar a sua eutanásia.
Durante a campanha eleitoral, escrevim que Obama era “o candidato mais pergoso para o Estado de Israel desde a sua criação em 1948”. Escrevim: “Cada judeu norteamericano que vote por Obama deveria avergonhar-se de sim próprio ou própria”. As minhas palavras ficaram curtas. Qualquer judeu que continue apoiando a política internacional de Obama deveria renunciar a considerar-se judeu –e isso vai por você, Rahm Emanuel. E todos os norteamericanos que apoiam a Israel devem erguer-se contra um Presidente que prefire aos genocidas assassinos dos países muçulmãos antes que aos nossos aliados democráticos do Estado Judeu.
BEN SHAPIRO *
Maio 2009
[Ben Shapiro é um periodista natural de California. Judeu ortodoxo, é um dos mais prestigiosos colunistas da imprensa dos EEUU –onde foi o jornalista sindicado mais jovems da história com só 17 anos. Shapiro é um dos iconos mais odiados pela progressia norteamericana, e amosa-se especialmente crítico com a postura política tradicional dos judeus norteamericanos. Colaborador habitual em Townhall.com, a sua página web é: http://www.benjaminshapiro.com/]
Em tanto os mass média occidentais frotam-se as mãos pensando num segundo round no circo das eleições iranianas e ante as protestas posteleitorais, uma série de aspectos merecem ser aclarados:
1. Moussavi e Ahmadineyad são duas caras do mesmo regime. Moussavi representa aos iranianos mais acomodados, mentres que Ahmadineyad é apoiado pelo lumpen. Moussavi e Ahmadineyad não se diferenciam absolutamente em nada em política internacional.
2. É falso que as revoltas não tenham precedente. Há uma década ocorreram em semelhante escala. A protesta a dia de hoje, contudo, é uma minúscula sombra da multidão de 300.000 manifestantes do passado luns.
3. Tanto Ahmadineyad como Moussavi aceitam a autoridade última do Ayatolá Jamenei –e Jamenei apoia a Ahmadineyad.
4. O establishment de seguridade iraniano é mais que capaz de esmagar as protestas na rua no momento em que queira. E alguns estám ansiosos de fazê-lo para fazer uma exibição do seu poder.
Estudantes judeus enfrontaram-se ontem com o pessoal de seguridade da Universidade israeli de Haifa, que impediram a entrada dos judeus a uma conferência de Raed Salah.
Salah, líder do Movimento Islâmico do Norte, dirige a resistência dos árabe-israelis contra o Estado judeu. A pesar de ter organizado revoltas e incitar abertamente contra a população judea, segue em liberdade. Judeus que têm dito a centésima parte das coisas que Salah promove deram com os seus ósos no cárcere.
Salah falou ante uma audiência enaltecida de estudantes árabes da Universidade de Haifa, onde os judeus os educam para que cheguem a se converter em aguerridos dirigentes da OLP.
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, rechazó la exigencia expresada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que los palestinos deben reconocer a Israel como “el hogar nacional del pueblo judío”.
La exigencia de que Israel sea reconocido como Estado judío “aborta cualquier oportunidad para traer la paz”, dijo Mubarak en una intervención ante el cuerpo de elite y paracaidistas del Ejército egipcio en Anshar, una ciudad del Delta del Nilo.
Ahora bien, yo me pregunto, ¿hasta cuando seguirá occidente con su doble moral al momento de juzgar a los líderes arabes?. Cuando Hugo Chávez y Evo Morales convocaron a referendums para legitimizar sus aspiraciones de perpeturase en el poder, tanto USA como muchas naciones europeas reaccionaron diciendo que era una ataque a la democracia, que peligraba el equilibrio en America Latina, y todo tipo de calificativos. Ahora resulta que HUSSEIN Obama, el apóstata hipócrita elegido por el pueblo norteamericano, elige Egipto para dar su “memorable” discurso al mundo árabe, un país gobernado por la misma persona desde el 14 de Octubre de 1981 y que fuera “reelecto” como presidente en 4 ocasiones, en 1987, 1993, 1999 y 2005 aunque en esta última ocasión Europa y USA se mostraron sumamente felices de que el eterno lider egipcio y amigo de Occidente fuere elegido como presidente entre “otros contendientes” y no por un referendum como en las ocaciones anteriores. En las elecciones del 2005 ganó por un 88,5%, muchos menos de los que obtuvo el psicópata de Mahmud Ahmadineyad en Irán, pero de Mubarak NADIE sospecho un fraude, ¿por que será? ¿porque es “amigo” de Occidente?
Ahora este despota egipcio, como el libio Mu‘ammar al-Qaddafi que anda pavoneándose por Italia y que hace poco se autoproclamara “rey de reyes”, se cree con derecho a decir cualquier cosa, solo porque el inepto hipócrita de Hussein Obama, al igual que Hillary Clinton y James “Dhimmi” Carter, legitimizan las peores dictaduras y a los peores violadores de derechos humanos visitándolos y agradeciendoles por su ayuda, sin importar cuantos disidentes se pudren en cárceles paquistaníes, egipcias, turcas o marroquíes, por dar un ejemplo.
Ahora veamos algunos ejemplos de porque decimos que negarse a considerar a Israel como un estado judío no es mas que antisemitismo puro, las naciones árabes se reservan el derecho de autoproclamarse árabes y/o islámicas, pero le niegan a Israel el derecho de considerarse un estado judío:
Constitución de la Arabia Saudita:
Artículo 1
El Reino de Arabia Saudita es un estado soberano árabe islámico con el Islam como su religión … el árabe es su lengua y su capital es Riad.
Constitución de Argelia:
Artículo 2
El islam es la religión del Estado.
Constitución de Bahrein:
Artículo 1
El Reino de Bahrein es un Estado árabe soberano, independiente, cuya población forma parte de la nación árabe y de cuyo territorio forma parte de la gran patria árabe. Su soberanía no puede ser cedida ni su territorio abandonado.
Artículo 2
La religión del Estado es el Islam. La ley islámica es la principal fuente de legislación. El idioma oficial es el árabe.
Constitución de Egipto:
Artículo 1
Artículo 2
El Islam es la religión del Estado. El árabe es el idioma oficial, y la principal fuente de legislación islámica es
Constitución de Irán:
Artículo 1
La forma de gobierno de Irán es el de una República Islámica, aprobado por el pueblo de Irán sobre la base de su creencia de larga data en la soberanía de la verdad y la justicia coránicas, …
Constitución de Jordania:
Artículo 1
El Reino Hachemita de Jordania es un Estado árabe independiente y soberano. Es indivisible e inalienable y ninguna parte de él puede ser cedido. El pueblo de Jordania forma parte de la nación árabe, y su sistema de gobierno es parlamentario con una monarquía hereditaria.
Artículo 2
El Islam es la religión del Estado y el árabe es el idioma oficial.
Constitución de Kuwait:
Artículo 1
Kuwait es un Estado árabe independiente y soberano. Ni su soberanía ni ninguna parte de su territorio puede ser cedido. El pueblo de Kuwait es parte de la nación árabe.
Artículo 2
La religión del Estado es el Islam y la sharia islámica la principal fuente de legislación.
Constitución de Libia:
Artículo 1
Libia es una rapública árabe, democrática y libre en la que la soberanía reside en el pueblo. El pueblo libio es parte de la nación árabe. El territorio libio es una parte de África. El nombre del país es
Artículo 2
El Islam es la religión del Estado y el árabe es el idioma oficial. El Estado protege la libertad religiosa, de conformidad con las costumbres establecidas.
Constitución de Marruecos:
Preámbulo
El Reino de Marruecos, un Estado soberano musulmán cuyo idioma oficial es el árabe, constituye una parte del Gran Magreb Arabe.
Artículo 6
El islam es la religión del Estado, se garantiza a todos la libertad de culto.
Constitución de Mauritania:
Preámbulo:
Consciente de la necesidad de fortalecer sus lazos con pueblos hermanos, el pueblo mauritano, es musulmán, de África, del origen árabe y proclama que va a trabajar para el logro de la unidad del Gran Magreb árabe.
Artículo 1
Mauritania es una e indivisible, democrática, socialista y una República Islámica.
Constitución de Omán:
Artículo 1
El Sultanato de Omán es un Estado independiente, árabe, islámico, plenamente soberano con su capital en Mascate.
Artículo 2
La religión del Estado es el Islam y la sharia islámica es la base de la legislación.
Constitución de Siria:
Artículo 1
Artículo 3
La religión del Presidente de
La jurisprudencia islámica es la principal fuente de legislación.
Constitución de Yemen:
Artículo 1
Artículo 2
El Islam es la religión del Estado, y el árabe es el idioma oficial.
Pero los árabes no son los únicos que se arrogan el derecho a autoproclamarse árabes y musulmanes, en occidente tenemos otros ejemplos:
Constitución de Argentina:
Artículo 2
El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.
¿Y según Europa, y los ignorantes de Hussein Obama, Clinton y Carter lo que pide Israel de ser considerado un “estado judío” es un obstáculo para la paz? No hay dudas, algo de Adolfo Hitler sigue vivo en el alma de esta gente.
Fonte: Ianus y Seker se encontraron
Durante uma entrevista televissiva com o jornalista John Harwood na CNBC, o passado martes, Obama decidiu porfim colher o touro pelos cornos [ver vídeo abaixo].
Incomodado por uma mosca inasequível ao desalento, o Presidente puxo-se firme por vez primeira desde que estreou mandato –para além da actitude arrogante que tem com o Estado judeu de Israel- e dixo-lhe ao coleóptero: “Largo de aquí!”.
Como não atendeu às suas ameaças, Hussein agardou a que o desafortunado animal se pousasse, e num audaz golpe de autoridade esmagou-no. Perguntando ao atónito Harwood, “Por onde íamos?”.
“Guay!”, dixo o progressista e adulador profissional.
Mas o Presidente preferiu regodear-se no trunfo: “Impressionante, eh?...Acabei com essa mamona”.
“Muito bem!” –escuitou-se de fundo a voz do emocionado Secretário de Imprensa da Casa Branca, Robert Gibbs.
Ao lobby progre que aupou em Novembro ao Hussein às mais altas esferas do poder político e militar nos EEUU, tem-lhe faltado tempo para pôr o berro no céu. Os ecologistas do PETA (caralho para o nome!) –Gente pelo Trato Ético com os Animais- têm enviado já uma carta de protesta para que a próxima vez o matamoscas tenha uma actitude mais compassiva com os demais inquilinos da Casa Branca.
Imaginade-vos a que se monta se não amosa o poder disuasório dos EEUU com um insecto, senão ante questões mais razoáveis. Como subministrar mediante as canles da CIA no Estado dos Ayatolás armas curtas e explossivos aos disidentes do regime iraniano.
Geert Wilders esteve o passado dia 14 em Dinamarca participando num simpósio intitulado “Liberdade de expressão e Islám”, patrocinado pela Trykkefrihedsselskabet (Sociedade da Imprensa Livre). No curso também participaram, entre outros, Diana West e Wafa Sultan.
O dia anterior, Wilders concedeu uma entrevista à TV Pública danesa –que reproduzimos abaixo- onde reconheceu que milhões de muçulmãos –aqueles que apoiam a yihad e a sharia, e se opõem às sociedades democráticas nas que residem- deveriam ser deportados de Europa. “É a única solução”, concluiu.
Curiosamente, é o mesmo que desde Meir Kahane vêm defendendo alguns no caso de Israel.
Um tribunal de Fatah condeou a uma jovem prostituta de Siquém a vinte anos de trabalhos forzosos por espiar para Israel.
A sentença é muito mais indulgente que a cadeia perpétua imposta a Jonathan Pollard pelos nossos aliados norteamericanos.
O antigo Presidente dos EEUU, Jimmy Carter (que a sua memória seja borrada) ódia-nos porque acredita que nós cruzificamos ao cacauete do seu deus. Ódia a Israel porque a sua simples existência desafia os princípios básicos da sua fê, essa que diz que fomos abandoados pelo Todopoderoso por negar-nos a abrazar a idolatria dum Homem-Deus que teria morto pela humanidade. Carter não pode suportar que Israel exista, e aí que a sua missão na vida seja actuar como vicário dos inimigos de Israel.
Este grande “humanista” quere que todo o mundo tenha um telhado baixo o que se guarecer. Todo o mundo agás os judeus –inclusso no nosso próprio fogar nacional. Omo Presidente, Carter encobriu as suas ántisemitas intenções sob a fachada do “tratado de paz”, que preparou o caminho face Oslo. A este anciano recolector de cacauetes importa-lhe pouco a respectabilidade, e passa os seus misseráveis últimos anos percorrendo o mundo para reunir-se com os inimigos de Israel.
Fatah, Hamas, Hezbolá. Todos eles combatentes pela liberdade, aos olhos deste decrépito necrófago, deste enrugado anciano cujos poros escravistas supuram ódio contra os judeus.
Carter arrastou-se até Gaza para verquer lágrimas de cocodrilo abrazado aos mesmo chacais que levaram a Hamas ao poder, e que troujeram a sua própria destrucção sobre as suas cabezas. Os mesmos animais que bailam nas ruas como macabras marionetas cada vez que um dos seus retrassados mentais se imola no meio duma multidão de judeus. Carter condeou a Israel por tratar aos selvagens como o que são. Se pelo menos tivesse sido assim! Os desalmados sedentos de sangue de Gaza não sofriram o bastante. Um bombardeo sem trégua da IAF que devastasse tudo quanto conhecem é o que mereciam. Terror chovendo dos céus, até que deixassem de existir.
Jimmy Carter é o mais famoso embaixador do terrorismo árabe no mundo, um homem que no seu dia qualificou a Ariel Sharon de “senhor da guerra” e ao Hitler árabe e pedófilo homosexual, Yasser Arafat, de “homem de paz”. Provoca-me náuseas que alguns patéticos perdedores (incluíndo a alguns muito prominentes) se reunissem com este monstro o passado domingo na vila de Neve Daniel. Apostaria que um considerável número dos olim norteamericanos de Neve Daniel votaram por este animal há anos.
Jimmy Carter acudiu a Gaza a reunir-se com os amalekitas de Hamas. Inimigos do povo judeu unidos pelo seu ódio em comum, e todos a tiro das nossas Forças Aéreas. Que oportunidade perdida de glorificar o nome de D’us!
Que teria feito o Rei David?
DANIEL BEN-SHMUEL ISRAEL
Drusos e árabes cristãos protagonizaram uma revolta masiva hoje em Shfaram, tras um rumor falso de que alguém subira um vídeo à rede insultando a um líder druso. Os árabes emprenderam-na entre eles a pedradas e a tiros com pistolas –que possuem em abundância, maiormente de modo ilegal.
Por alguma inexplicável razão, a polícia israeli interveu para evitar que os árabes se matassem uns aos outros. Temerosa da reacção do esquerdismo, a polícia não agiu adequadamente, permitindo que os árabes se unissem contra eles. Vários veículos policiais e algum agente resultarom perjudicados.
Como Meir Kahane soía dizer: “Seria maravilhoso que árabes e judeus vivissem em paz. Mas no entanto, aínda agardo que os árabes sejam capazes de viver em paz entre sim”.
Bem, por fim rematou! Agora que o nosso elocuente Presidente foi a El Cairo a aplacar os sentimentos feridos dos muçulmãos, já volvem a querer-nos! Os muçulmãos em Pakistão exprimiram o seu apreço pelo discurso do Presidente Barack Obama bombardeando um coqueto hotel em Peshawar esta semana.
Movido pela premisa progre de que o que realmente respeitam os árabes é a debilidade, Obama enumerou, incorrectamente, as contribuições históricas dos muçulmãos à humanidade, como o álgebra (embora foram os antigos babilônios), o compás (embora foram os chineses), os lápises (os chineses, novamente) e inumeráveis descobrimentos médicos (¿??).
Mas por que ser quisquilhosos? Todos esses inventos estám datados o 11-S de 2001! Obrigados, muçulmãos!
Obama dixo valentemente à audiência de El Cairo que o 11-S esteve muito mal, mas, doutra banda, que ao fim e ao cabo eles eram vítimas da colonização.
O único que se lhe esqueceu é que nós não os colonizámos. Figeram-no os franceses e os ingleses. Daquela, por que os árabes estrelam aviões contra os nossos edifícios e não contra o Arco do Trunfo?
Noutra das suas desafortunadas comparações, Obama dixo: “Deixade-me ser claro, o tema da igualdade das mulheres não é uma questão singela para o Islám”, de facto, “a luta pela igualdade da mulher aínda continua em muitos aspectos na vida cotidiana dos EEUU”.
Assim que, duma banda, as rapazas de 12 anos são lapidadas até morrer pelo crime de terem sido violadas nos países muçulmãos. Mas, doutra banda, nós também não temos aínda a suficiente percentagem de mulheres no corpo de bombeiros nos EEUU.
Por inacreditável que resulte, Obama afondou na sua visão multicultural afirmando: “Sou contrário à visão dalguns no Occidente que opinam que uma mulher que elige cobrir o seu cabelo está rechaça
ndo essa igualdade”.
Obama abondou no cruzial ponto de crítica progre contra a invasão de Irak, dizendo que a de Irak foi “uma guerra de conveniência”, mentres que a de Afeganistão fora “uma guerra de necessidade”. Os progressistas botam mão deste estúpido rípio como escudo contra a sua hipocresia respeito a Irak. Ou ambas guerras foram guerras de necessidade ou ambas foram guerras emprendidas por capricho.
Nem Irak nem Afeganistão –nem nenhum outro país- nos atacaram o 11-S. Mas ambas, Irak e Afeganistão, assim como muitos outros países muçulmãos, deram refúgio e apoio àqueles associados com os terroristas que nos atacaram o 11-S –e que agardavam poder voltar a atacar-nos.
O certo é que todas as guerras emprendem-se livremente, incluíndo a Guerra da Revolução, a Guerra Civil, as Guerras de Viet-Nam e Corea, a Guerra do Golfo, e as guerras de Irak e Afeganistão. Vale, a guerra contra a obesidade infantil é uma guerra de conveniência, mas é o único caso que se me ocorre.
O actual Partido Democrata elige –e elige realmente, não como “eligem” as mulheres saudis levar jihab- não apoiar nenhuma guerra. Mas isso não se atreveram ao dizer imediatamente depois do 11-S, nem de apoiar a guerra em Afeganistão, depois de passar sete anos e meio tratando de fazer distinções entre Afeganistão e Irak.
Pode que o próximo que nos digam é porque combater a Hitler –que nunca invadiu os EEUU nem tinha planos de fazê-lo- foi uma “necessidade” no sentido em que combater a Saddam não o foi. (A propósito, Obama dixo sobre Hitler: “A ideologia názi pretendia submeter, humilhar e exterminar. E perpetro crimes a grande escala”. Do que se deduce que Saddam Hussein só estava tonteando commos kuwaitis, os kurdos ou os chiítas).
Mentres, os muçulmãos do Meio Leste ansiam que os seus Saddam Husseins domésticos sejam expulsados pelos invasores estadounidenses, a fim de poderem ser libertados também (veremos então quantas mulheres –fóra das que acudem aos cámpus e institutos norteamericanos- “eligem” seguir levando jihab). O debate sobre guerra de necessidade versus guerra livremente eligida é tão desconcertante para a audiência muçulmã como poida ser para eles o debate sobre o matrimônio homosexual.
Os árabes não nos temem; temem a Iran. Mas o nosso aspirante a Jimmy Carter não teve palavras duras para Iran. Pelo contrário,
Que a CIA eliminasse a Mossadegh foi provavelmente o melhor servizo que a agência tenha feito jamais. Isto foi em 1953, antes de que a CIA se convertisse numa presada de advogados e remove-papeis.
Mossadegh estava mais tolo que uma cabra (o qual é muito dizer quando os teus competidores são sujeitos como Moammar Gadhafi, o Ayatolá Ruhollah Jomeini e Saddam Hussein). Concedeu entrevistas metido na cama com um pijama rosa. Levou ao seu país a uma via de empobrecimento permanente “nacionalizando” os pozos de petróleo, nos que se sentaram a holgazanear depois de que as companhias de petróleo britânicas, que sabiam como explotá-los, marchassem.
Mas era campechano e odiava aos britânicos, assim que os acadêmicos de esquerdas adoravam a Mossadegh. O The New York Times chegou a compará-lo a Thomas Jefferson.
Certo, Mossadegh fora “eligido” pelo Parlamento iraniano –mas só no meio do caos producido pelo assassinato do Primeiro Ministro de turno.
O Shah desautorizou a este paiaso, mas Mossadegh negou-se a dimitir, com o qual a CIA o moveu da cama à forza e propiciou que o Shah em pessoa se figesse com o mando. Este “golpe” –como os acadêmicos progres o denominam- foi aprovado pelo Presidente Rebublicano favorito da progressia, Dwight Eisenhower, e apoiado por fanfarrões progressistas tão ponderados como John Foster Dulles.
Obama dixo também que era injusto que “alguns países tenham armas e outros não” e proclamou que “qualquer nação –incluíndo Iran- deveria ter o direito de acceder ao uso pacífico da energia nuclear, sempre e quando cumpra as suas responsabilidades derivadas de observar o Tratado de Não Proliferação Nuclear”.
Agardade…e que se pasa com nós? Se um fanático negador do Holocausto, com delírios messiânicos, pode ter armas nucleares, por que não vam poder os EEUU construir uma planta de energia nuclear cada 30 anos?
Estou segura de que o compromiso de Iran será supervisado tão eficazmente como o foi a de Corea do Norte. Clinton logrou um “tratado de paz” celebrado com toda a fanfárria com Corea do Norte em 1994, outorgando-lhes 40.000 milhões de dólares para construir instalações nucleares e 500.000 toneladas de combustível a câmbio da promesa de que não construiriam armas nucleares. Aínda não se secara a tinta quando os nord-coreanos começaram a construir febrilmente armas nucleares.
Mas de volta a Iran, para que biablos necessitam os iranianos energia nuclear? Não são precisamente uma potença industrial. Iran é uma nação primitiva no meio do deserto que casualmente se erige sobre uma das maiores percentagens de reservas petrolíferas e de gas do mundo. É que não têm avondo petróleo e gas para as suas tarefas domésticas?
O discurso do “Se vós estades bem, nós estaremos bem” de Obama seria divertidíssimo, se não fosse porque é tão aterrador.
ANN COULTER
10 Junho 2009
E. por sugerência da nossa colaboradosa Sophia L. Freire, damos comezo a uma secção quinzenal na que iremos publicando artigos de actualidade de Ann Coulter.
Coulter tem sido durante os últimos anos a besta negra do pensamento progressista nos EEUU de Norteamérica.
Para além dos seus artigos semanais e das suas eventuais intervenções nos meios de telecomunicação estadounidenses -maiormente na FOX TV-, tem publicado vários livros super-vendas de leitura muito recomendada, como "Calúnia. Mentiras progres sobre a direita norteamericana", "Como falar com um esquerdista, se não tens mais remédio" ou "Traição: da Guerra Fria à guerra contra o terrorismo".
Para bem ou para mal, Coulter não deixará a ninguém indiferente.
Uma autêntica dama de armas tomar!
Meses atrás, faziamo-nos eco do aberrante vídeo que a empressa israeli de Sistemas Avançados de Defesa, RAFAEL, elaborara para apresentar no seu stand da feira Aero Índia 2009. Semelha, porém, que foi todo um éxito entre os cidadãos da Índia, e que se distribuiram –para além da sua difusão pela internet- milheiros de CDs com o video clip.
Tudo aponta a que RAFAEL tem valorado essa campanha, e têm volto produzir uma “joia” que foi exibida recentemente no Paris Air Show. Desgraçadamente esta não inclui um trovador francês cantando melancólicas canções sobre a guerra química, senão um mimo. Sim, um mimo que esquiva mísseis. Graças ao Gardachuvas de Defesa Ánti-aérea patrocinado por RAFAEL, o mimo protege-se dos projectis e inclusso os destrui.
Um novo clássico.
A HONESTA RESPOSTA DE FEIGLIN A OBAMA
0 comentarios Publicado por SIMON BAR KOCHBA en 11:47 da manhã
Presidente Obama, tanto aqui como no seu país o seu evidente intento de degradar ao Primeiro Ministro Netanyahu e o Estado de Israel tem sido interpretado como um esforço de ganhar popularidade a olhos dos árabes. A fim de contas, os muçulmãos admiram àqueles que se atrevem a amosar aos seus inimigos as solas dos seus zapatos.
Mas há algo muito mais profundo aquí que um simples sacrifício cínico de Israel a câmbio dos interesses estadounidenses no mundo árabe. O autêntico significado do seu discurso
Quando Chamberlain agiu de modo semelhante e vendeu Checoslováquia a Hitler, não obteve a paz a câmbio. A conduta tipo Chamberlain que você tem escolhido trairá sobre o seu país muitos mais 11-S, D’us não o queira.
Não é casualidade que o Presidente de Egipto não o recebesse a você no aeroporto. Nem sequer se molestou em acudir a escuitar o seu discurso à Universidade de El Cairo. O ditador egípcio humilhou a você. Era conscente de que você não se inclinaria ante ele, como você tem feito com todos os criminais do mundo.
É importante que saiba, Sr. Obama, que a debilidade do Primeiro Ministro Netanyahu não reflexa fielmente os sentimentos desta nação. Quando você amosa as solas dos seus zapatos ao Primeiro Ministro Netanyahu deveria tem a prudência de lembrar que a Nação de Israel recebeu a sagrada Torá e constituiu-se em nação 3.100 anos antes de que existissem os EEUU -3.100 anos antes de que o povo dos EEUU soubesse o que eram uns zapatos.
Desde os alvores da história, o mundo tem contemplado grandes impérios que têm surgido, combatido contra os judeus, e desaparecido. O antigo Egipto, Assíria, Babilônia, Pérsia, Grécia, Roma –todos eles lutaram contra nós e todos eles têm desaparecido. Só a nação eligida por D’us tem regressado ao seu fogar nacional e, depois de 2.000 anos de exílio, segue viva, vibrante e cumprindo com o seu destino histórico.
No sagrado Tanaj –o livro sagrado de todas as religiões, D’us diz a Abraham, o primeiro judeu: “E abenzoarei a todos os que vos abenzoem, e aos que vos maldigam eu maldizerei”. Você e os EEUU de América têm duas opções: podem comprometer-se da banda dos benditos ou, D’us não o queira, da banda dos que nos maldizem. A eleição está nas suas mãos.
Desde aqui, desde Jerusalém, o lugar do sagrado Templo Judeu, fago um chamamento a você, à nação americana, ea todas as nações que defendem a amada liberdade. Não ponham obstáculos no caminho da verdadeira paz, a que está recolhida na sagrada Torá. Não obstaculizem o regresso da nação judea à totalidade da sua Terra como precursora da redempção do mundo inteiro. Pelo contrário –faga tudo o que esteja ao seu alcanço para promover o regresso judeu a Sion e que se cumpram as profecias ante os seus olhos.
Pode ajudar também animando a absorção daqueles não-judeus que actualmente vivem em Israel e que não aceitam a soberania judea sobre o território dos judeus –a um dos 22 países árabes ou a qualquer outra parte que eles queiram.
Esse é o único autêntico plano de paz, porque essa é a vontade de D’us. Aquele que questione o direito da Nação de Israel apenas seja a um grao de areia da sua sagrada terra, está declarando a guerra ao Criador do universo.
Sr. Presidente, se você não quer precipitar o mundo inteiro num novo banho de sangue, como fixo Chamberlain com o seu pacifismo, seja valente. Restitua a sua nação no bando correcto, no bando das nações da liberdade.
Como primeiro passo face a rectificação e a claridade moral, fago-lhe um chamamento a que ponha em liberdade a Jonathan Pollard. Este bem amado judeu salvou a Israel e ao mundo inteiro do perigo da bomba nuclear que Saddam Hussein estava desenvolvendo. Tem estado presso em penosas condições no seu país durante os últimos 24 anos. O encarceramento continuado do nosso irmão, Jonathan, é uma mensagem de hostilidade face a Nação Judea e o Estado de Israel. Tem chegado a hora de fazer justiça com Jonathan Pollard e de libertá-lo para que poida regressar com a sua família e à sua terra.
Mentres, em Israel, centraremo-nos nos assuntos verdadeiramente importantes que temos ante nós; não no estabelecimento de novos Estados terroristas árabes, senão na educação no judaísmo, a absorção de novos imigrantes e a construcção da nossa Terra. Modelaremos a nossa sociedade sobre os autênticos alicerces duma economia livre que opere entre os valores culturais judeus de fê e amabilidade. Profundizaremos na nossa vinculação com a sagrada Torá da Terra de Israel. Construiremos uma sociedade livre para esta nação que defende a mensagem da liberdade, a fê e a paz com o mundo inteiro. Com a ajuda de D’us, cumpriremos o nosso destino histórico: preparar o mundo para o Reino do Todopoderoso.
22 Sivan 5769 / 14 Junho 2009
En la Universidad del Cairo, Barack Obama incurrió en su más grave error de cálculo. Fue un discurso sorprendente. Por lo mal preparado. Un presidente de los Estados Unidos tiene a su disposición el más espectacular depósito de saber del mundo: las grandes universidades americanas. Ciertos disparates le están vetados. Puede, así, que los conocimientos sobre el Islam de George Bush, en vísperas del ataque contra Manhattan, fueran escasos. Sus discursos, sin embargo, apenas pasadas cuarenta y ocho horas, contenían análisis sobre el horizonte yihadista de una complejidad y una precisión absolutas. No puede ser de otra manera, cuando de las palabras del que habla depende la actuación de la única potencia que en el mundo está dispuesta aún a dar combate por la democracia. En la Universidad del Cairo, no sólo hizo Obama el espantoso ridículo -al cabo, inofensivo- de confundir fechas e historia de la España medieval que cualquier crío sabe; no sólo desbarró, al hablar del Renacimiento y la Ilustración europeos en términos que hubieran acarreado el suspenso a un alumno de bachillerato. Hasta ahí, la cosa fue una mezcla de jactancia y frivolidad sin mayor consecuencia. Lo grave, lo más grave, vino al hablar de Irán. Donde el diletantismo del Presidente se reveló tan huero como en sus digresiones históricas. Pero, en el más alto grado, peligroso.
Estaba evocando Obama la «fuente de tensión» que la búsqueda de armas nucleares había generado entre su país y la República Islámica de Irán. Y ofrecía un acuerdo de buena voluntad para solventarla: «En vez de permanecer atrapados en el pasado, les he dejado claro a los líderes y al pueblo de Irán que mi país está dispuesto a dejar eso atrás. La cuestión ahora no es a qué se opone Irán, sino, más bien, qué futuro quiere forjar. Será difícil superar décadas de desconfianza, pero avanzaremos con valentía, rectitud, y convicción. Habrá muchos temas que discutir entre nuestros dos países, y estamos dispuestos a seguir adelante sin precondiciones, basados en un respeto mutuo. Pero no hay duda para quienes se ven afectados, que en cuanto a las armas nucleares, hemos llegado a un punto decisivo. No se trata sólo de los intereses de Estados Unidos. Se trata de evitar una carrera de armas nucleares en el Oriente Medio que podría llevar a esta región por un camino sumamente peligroso».
Es la de Obama, ese día, una de las más tiernas proclamas de debilidad ante el enemigo que hemos oído, en boca de un presidente estadounidense, desde hace muchos años. Tal vez, desde la pusilánime política iraní de Jimmy Carter, a la cual debemos la segunda, que se hubiera creído de verdad el cálculo de quienes veían posible un trastrueque electoral de la teocracia iraní. Lo primero, revelaría una frivolidad peligrosísima. Lo segundo, un resquebrajamiento inaudito en los equipos de analistas de la Casa Blanca. Cualquiera de ambas hipótesis da miedo.
Teherán respondió el lunes. Ni Ahmadineyad, ni el Consejo de los Guardianes, ni el Jefe espiritual Jamenei van a ceder un paso. Irán es una locomotora, lanzada sin frenos hacia la guerra. Nuclear. Por supuesto, en muy buena proporción, el desastre que se incuba en la zona. Sólo caben dos hipótesis para una tal exhibición de flaqueza ante líderes religiosos y políticos que, como los iraníes, tuvieron siempre clara su voluntad de avanzar hacia el conflicto total, allá donde el menor punto de indecisión contraria se lo permitiera. La primera es que, en efecto, Obama hubiera prescindido de especialistas y asesores, para dar curso a ese angelismo retórico para el cual es hombre extraordinariamente dotado.
GABRIEL ALBIAC
O discurso
“Durante décadas tem havido um impasse: dois povos com legítimas aspirações, cada um com uma história dramática que faz difícil alcançar um compromiso. É fázil sinalar com o dedo –para os palestinianos sinalar o desprazamento provocado pela fundação de Israel e para os israelis sinalar a constante hostilidade e ataques ao longo da sua história dentro das suas fronteiras assim como além de elas. Mas se contemplamos este conflito só desde um ponto de vista, daquela estaremos cegos ante a verdade: a única ressolução passa pelas aspirações de ambas partes de viver
Atendo-se a este discurso histórico, Obama não pode achar palavras para descrever o ataque de vários exércitos contra Israel o mesmo dia em que foi criada. Não pode descrever os ataques terroristas que seguiram o armistício de 1949. Omite também o crescente ánti-semitismo nos mass media árabes, los livros escolares árabes, nas rádios e TVs árabes, nas pregárias que se fazem nas mesquitas. Duas vezs mencionou Obama à sucursal ántisemita e ánti-cristã palestiniana da Irmandade Islâmica, Hamas: “Hamas tem apoio entre alguns palestinianos, mas também tem responsabilidades contraídas. Para jogar um papel na culminação das aspirações palestinianas, e para lograr a unificação do povo palestiniano, Hamas debe pôr fim à violência, reconhecer os acordos do passado, e reconhecer o direito de Israel a existir”.
Obama não fez menção da mensagem central de Hamas: a destrucção mundial dos judeus. O Ayatola Jomeini, o instigador da actual revolução islamista, definia a história mundial, o curso dos eventos humanos, assim: “Desde os começos, o movimento islâmico tem sido obstruído pelos judeus. Eles foram os primeiros em desenvolver propaganda ánti-islâmica e conspirações. Como é o caso”.
Noutras palavras, opôr-se a Israel, a nação dos judeus, é a força motriz da revolução islâmica, tanto da sunita como da chiíta. É a sua alma. Não existiria se cedesse na sua ambição de erradicar Israel. A destrucção de Israel é o seu objectivo final, o seu combustível, o seu corpo, a sua natureza, a sua direcção e o seu destino. Só através da destrucção dos malvados, conspirativos e obstructores judeus, a revolução islamista alcançará o seu objectivo: a resurrecção do Califato.
Obama optou por ignorar explicitamente esta ameaça, e decidiu abandoar a Israel no frio –ou melhor dito, no calor- duma explosão nuclear. Isto é o que dixo: “Nenhuma nação em solitário é quem de decidir que nações podem ter armamento nuclear”. Com o qual o Presidente queria dizer: Israel, uma solitária nação, não tem direito a negar a Iran armamento nuclear. Iran, uma ameaça existencial para Israel, não pode ser detida por Israel só –deve ser competência da comunidade internacional, segundo o Presidente.
Mediante a sua alocução
Os EEUU agirão a partir de agora com o mesmo desprezo face Israel com que o vem fazendo a União Europeia. Este discurso não supõe nenhum progresso desde os Acordos de Oslo de 1993. Os corruptos dirigentes palestinianos têm transferido miles de milhões às contas nos seus bancos suízos, e a comunidade internacional mira para outro lado. Gaza poderia ter sido um lugar muito melhor se Hamas tivesse intentado edificar pacificamente umas instituições civis. Não o fixo. Sem necessidade alguma adicaram-se a disparar milheiros de mísseis contra Israel. E o problema é que a única razão de ser de Hamas é a sua oposição aos judeus.
A União Europeia ignora tudo isto e aferra-se à ideia dum “Estado Palestiniano viável” –o qual é um oxímoron. Os palestinianos consistem num conjunto de comunidades tribais e só fingem ter uma moderna sociedade civil. Não têm sacado adiante nenhuma instituição civil porque não interessam às famílias dirigentes palestinianas.
O famoso lobby judeu não foi capaz de prever o câmbio de direcção de Obama. O certo é que esse “lobby” sempre tem sido um mito, e a judearia norteamericana, que na sua maioria é um grupo acaudalado, progre, assimilado e só vagamente religioso, tem-se ido distanciando mais e mais de Israel, à que consideram de direitas, militarista, chauvinista e belicosa.
Para os progressistas judeus norteamericanos, Israel é um fenômeno confuso. Sintem-se vinculados a Israel pela lembrança e o legado do Holocausto, mas são muito politicamnte correctos e sintem-se como em casa nesses cámpus onde a gerações inteiras de estudantes tem-se-lhes lavado o cerebro com os trabalhos escritos pela vaca sagrada dos estudos árabes, Edward Said. A judearia norteamericana estava ao tanto de quem era o mentor espiritual do Presidente em Chicago, Jeremiah Wright, um negro razista e ántisemita, e da sua amizade com Rashid Khalidi, um intelectual palestiniano e ántisionista com o que mantinha uma sólida relação pessoal. Os judeus preferiram alinhar-se com ele em vez de preocupar-se pelas suas opiniões sobre Israel.
E agora, tras o discurso de El Cairo, seguirão dando-lhe o seu apoio e distanciando-se duma Israel que dá pê a desagradáveis fotografias de edifícios bombardeados e corpos mutilados de mulheres e crianças –os judeus norteamericanos, acostumados aos cocktails de alta sociedade no Upper West Side, prefirem que Israel se comporte “proporcionalmente” e como os decentes, civilizados e exquisitos judeus da alta sociedade, e não como guerreiros do Meio Leste. Desde as massacres de 1982 em Sabra e Shatila -cometidas pelos maronistas libaneses, mas atribuídas a Israel e a Ariel Sharon-, a judearia progre norteamericana comezou uma longa viagem que conclue num ponto sem retorno: ao igual que Obama, estám dispostos a sacrificar a Israel.
Uma pequena nação como Israel, a única e solitária democracia moderna numa parte do planeta na que as autocracias e as tiranias são a norma, não pode sobreviver sem um aliado estratégico de grande poder internacional que se veja obrigado, pela simples magnitude dos seus interesses, a jogar no complexo tabuleiro do Meio Leste. É demassiado cedo para criar um vínculo sólido com a Índia, um aliado natural de Israel. A Índia emergerá ao longo deste século como grande potença internacional, tanto militar, como económica como tecnologicamente, mas aínda não pode proporcionar a Israel o respaldo militar e diplomático que esta necessita.
Mas existe outro actor estratégico no terreno que daria a benvinda a uma aliança com Israel, especialmente às suas indústrias electrónicas de vangarda. Dos 5’7 milhões de judeus israelitas, mais de um milhão têm raízes russas. Para além doi velho ántisemitismo russo, tem existido sempre uma forte vinculação melancólica entre as duas populações. Em Rússia os judeus têm destacado sempre nas artes e as ciências.
Devido ao equilíbrio de contrapoderes com os EEUU, Rússia tem mantido ligações com Síria e Iran, mas agora necessita diversificar e modernizar a sua economia e reduzir a sua dependência do subministro de petróleo e gas natural. Poderia beneficiar-se da inventiva comercial e científica da que sírios e iranianos carecem- e que Israel possue. E Israel poderia aproveitar os vastos recursos de Rússia e a determinação do seu líder Vladimir Putin, um astuto e implacável dirigente que entende à perfeição as crudas regras do jogo de poderes internacional.
As lealdades de Obama, e as da maioria da judearia progre estadounidense, não estám com Israel. Portanto, Israel necessita urgentemente um novo aliado. Nos seus despachos do Kremlin, Putin recibiria aos seus dirigentes com os brazos abertos, pão negro, arenques marinados e umas quantas garrafas de Stoli.
LEON DE WINTER *
15 de Junho de 2009
* Leon de Winter é um dos mais afamados escritores e colunistas políticos holandeses.
Subscrever:
Mensagens (Atom)
Mensagens
